
Hacia días que no me sentía “inspirada” para transmitir la belleza que reciben mis sentidos, pero ayer al irme a dormir, como siempre encendí la tele, es mi mayor somnífero.
Para mi sorpresa hacían una especie de especial de Miguel Bose.
De repente escuché una canción que hacia tiempo que no escuchaba y me encanto sentir de nuevo.
Recordé lo mucho que me gusta la música, lo mucho que me hace vivir y revivir momentos de mi vida, tristes y alegres, siempre importantes, otras simplemente parte de mí.
La música me ha acompañado siempre, en casa, en el coche, de día, de noche… incluso en momentos íntimos, hay música que me fascina, parece creada para amar, para sentir.
No podía pasar por alto esa grata sorpresa que fue dormirme escuchando a Miguel Bose, una persona que me fascinó desde siempre, aunque realmente no conozca. Tiene canciones que llegan, otras que divierten, otras que no me gustan, como no, pero es un cantante que llevo oyendo toda la vida.
Es casi imposible decir cual es mi canción favorita de Miguel, pero hay una que me llega especialmente "Nada particular"
Toda su letra es como si fuera parte de mi, sobretodo ahora, aunque siempre me ha llegado a lo más profundo.
Así que aquí la tenéis, para que la disfrutéis tanto como yo. He elegido este vídeo por que es en directo. Lo más fascinante que he sentido jamás han sido los conciertos en directo, siempre he adorado vivir esos momentos. La espera en la puerta, la presión de la gente mientras te aprietan a la valla, siempre he sido de las de primera fila. Sentirlos tan cerca, el vibrar de los altavoces, el sudor del grupo… Esa es una sensación que espero recuperar en esta fase de mi vida.
Para acabar de llenar mis sueños escuché a Miguel con mi adorado Antonio Vega, el que más me ha llegado jamás, fue un placer inesperado que llevó al país de los sueños, feliz, disfrutando, recordando…